viernes, 25 de septiembre de 2009

Mi lumbalgia y yo

Han pasado exactamente siete días desde que empecé a sentir una pequeña molestia en la espalda baja. Para variar, no le hice caso y continué normalmente mi vida.

El día siguiente amanecí como si la noche anterior hubiera estado cinco horas entrenando en el gimnasio o cargando toneladas de cajas o -en el mejor de los casos-, en una faena loca en el ring de las cuatro perillas. Pero no, nada de eso era real. El dolor era fuerte pero de alguna forma soportable. No entiendo por qué a veces me las quiero dar de "wonder woman", en lugar de haber pensado que por algo está ese dolor en mi espalda, que debe haber alguna razón...
La "wonder woman" tomó un par de pepas y al diablo con el dolor según ella.
Ese sábado (el 19) fui muy adolorida con mi novio a un almuerzo en Villa y no faltaron algunos personajillos que nos fastidiaban a mi novio y a mi con comentarios como "Buena Omar, qué tal noche han tenido!". Yo me reía y quería gritar a los cuatro vientos que ya quisiera que esa sea la razón, pero bueno,chelas iban, chelas venían, el dolor venía y seguía viniendo...

El domingo amanecí sin poder pararme de la cama. El dolor se había cuatriplicado y para variar empecé a sentirme mal por no haber llamado al médico el mismo sábado en la mañana. Jamás me computaré "wonder woman", jamás.
Entonces, llamé urgente para que venga algún médico a mi casa y que me recete lo que sea o me ponga mil inyecciones pero que me quite el dolor en un dos por tres!
Efectivamente vino el médico y me inyectaron, recetaron dos pastillas para el dolor (que según él era una contractura muscular) y me dio descanso médico.

Eso pasó el domingo y hoy estamos viernes y sigo cargando con mi lumbalgia (hasta cariño le he agarrado). Después del domingo el dolor nunca se fue hasta el miércoles que mis papás me dijeron que debía ir a la clínica para que me saquen una placa. Qué miedo. Soy una maricona total, pero bueno, caballero nomás. Fuimos a la clínica y mi placa no dijo nada nuevo, no tengo huesos rotos, quizás es estrés y mala postura, me dijo el doctor. "Fácil", le dije.

Desde el miércoles hasta hoy, me están inyectando a la vena dos veces al día, es que las pastillas no me calmaban el dolor. Mis brazos están agujereados y moraditos por tantas pinchadas que está recibiendo. Qué horribles son esas pinchadas! Felizmente sólo me queda una que será esta noche alrededor de las 9:30pm.

Estoy contenta porque recién hoy viernes siento gran mejoría, ya me puedo sentar y eso me pone feliz! Es que claro, los días anteriores únicamente podía estar echada, al mínimo movimiento el dolor me destrozaba, tampoco podía estar parada ni sentada ni por cinco segundos. Ir al baño y comer era todo un tema, pero ahí me las arreglaba, chillando, gritando, pero lo lograba.
He jurado que de ahora en adelante me voy a parar y sentar correctamente porque pagaría lo que sea para no volver a tener ese dolor que mata a cualquiera.
El lunes es mi control en la clínica y espero poder ya ir a trabajar y que mi vida vaya más allá de mi cuarto. Nunca en mis 29 años he pasado tantos días seguidos sin salir de mi cuarto.
Lumbalgia del mal, me has hecho sufrir, ya lárgate, ya una semana junto a mi es demasiado, ya aprendí la lección, ya está.

Lo único rescatable de esta semana inmovilizada en mi cama es la cantidad de televisión que he visto y lo mucho que he podido escribir (ya lo iré publicando poco a poco).
Qusiera escribir alguito más pero mi espalda está pidiendo chepi.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola linda, hasta preciera que acabas de describir lo que está viviendo mi esposa, ahorita no se puede mover de la cama, le duele a morir la parte baja de la cama, mi pregunta es como hiciste para poder ir al baño si con solo sentar a mi esposa no dura ni 3 segundos y ya esta llorando....
agradezco me pudieras orientar a este correo amonsivais1974@hotmail.com

muchas gracias si me pudieras ayudar.
Esposo Desesperado.

Linda dijo...

Hola Arturo, gracias por escribir.
Bueno, te recomiendo que si no lo ha hecho, que la vea un médico urgente. Es él quien la medicará. A mi me recetaron unas pastillas y también inyecciones, full reposo y así poco a poco fui mejorando. Es lento pero finalmente pasa.
Mucha suerte!

Hasta en el último rincón dijo...

Te leo y te imagino hablándome.
Me encanta!!!!!