domingo, 27 de septiembre de 2009

The awful truth


En estos siete días que he estado inmovilizada, he visto decenas de capítulos de "Sex & The City" y debo confesar que hicieron que mi dolor sea "más llevadero". ¿Cómo es posible que ese espantoso y maligno dolor que se apoderó de mi por una semana sea llevadero? No, no exageremos, no me hizo más llevadero el dolor, pero sí me divertí y me identificaba con muchas cosas que les pasaba a Carrie y compañía. Me reía de cualquier estupidez e imaginaba cómo seré yo cuando esté bordeando los 40. Qué miedo! No sé por qué últimamente no quiero envejecer, quiero que nunca me aparezcan canas ni arrugas, no quiero que se me descuelguen las tetas y el poto, no quiero volverme menopáusica, no quiero dejar de usar mis zapatillas o leggings con colores estridentes ni dejar de tomar litros de chela con mis amigas en cualquier lugar y celebrando nada. ¿Por qué tanto miedo?, ¿A ustedes les ha pasado eso alguna vez?, ¿Será la estúpida "crisis de los 30"? Esperemos que no, esperemos que estas ideas patéticas se vayan de mi mente porque sino seré Michael Jackson en versión femenina. ¿Se imaginan? Ja! Ni hablar!

Retomando los divertidos capítulos de "Sex & The City" que acompañaron mi lumbalgia, hubo uno que se llamaba "The awful truth", la horrible verdad y este post tratará de eso. Quiero escribir algunas de esas frases que si te la dicen, te jode como mierda, esas verdades que duelen, que pueden generar resentimientos, piconería y hasta grandes peleas. ¿Pero por qué pasa eso si estamos diciendo la verdad? Es así, hay verdades que nunca se pueden decir o quizás sí, pero delicadamente, con tino y sutileza, adornando un poquito las palabras para que el otro no lo tome mal. Al diablo con los adornos, la verdad es verdad y sin adornos de ningún tipo.

A continuación pondré algunas de las frases que alguna vez me han dicho, he dicho, he querido decir o me han querido decir. Pondré cómo te las dicen "sutilmente" y en realidad lo que significa.

- Oye, ¿has engordado, no?
El significado real es: Estás hecha una chancha, haz dieta pero YA!!!

- Mencionar al ex en cualquier situación, eso sí jode y siempre joderá.
El significado real es que aún no te olvidas de tu ex.

- Decirle a tu novio o esposo "Tu mamá cocina un poco condimentado".
El significado real es: Tu mamá cocina asqueroso, me compraré un chupete para quitarme el mal sabor de boca.

- Una amiga tuya se acaba de comprar un hermoso vestido y luce espectacular. Ella te pregunta qué tal se ve y tú le respondes: "Te queda bien... normal..."
El significado real es: Regia maldita, qué envidia, yo quiero que me quede así también!!!

- ¿Me invitarás a tu matrimonio, no?
El significado real es: Invítame al tono ah, sino ni cagando voy.

- ¿Vas a comer todo ese plato? (ese que aparece en la foto publicada en este post)
El significado real es: Asu, tú sí que tienes panza de ñoño total, qué chancha, eso engorda un huevo, mamita.

- Estás un año más tía.
El significado real es: Te estás volviendo una anciana!

- Mejor el próximo verano usa ropa de baño entera, ya no estás para usar bikini.
El significado real es: No seas palomilla pues, mira la celulitis que tienes en la panza, qué roche, cúbrete esas carnes, me da vergüenza ajena ir contigo a la playa.

-Alucina que te quedaba mejor el otro color y corte de pelo.
El significado real es: Te cagaron jodido el pelo! Mejor rápatelo!

- ¿Cuándo te casas?
El significado real es: Se te está pasando el tren ah, te vas a quedar solterona, por qué no tienes enamorado ah?

- Una de tus mejores amigas te pregunta qué tal te parece su novio y tú respondes: "Sí, es buena gente..."
El significado real es: Me parece el pavo más pavo del mundo, qué haces con él, no te aburre?

La verdad que hay "n" ejemplos, de hecho haré en algún momento la segunda parte de este post. Por ahora volveré a la cama y a disfrutar de mi último día de descanso médico.
El significado real es: No se me ocurre ni un puto ejemplo más y por eso me voy.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Mi lumbalgia y yo

Han pasado exactamente siete días desde que empecé a sentir una pequeña molestia en la espalda baja. Para variar, no le hice caso y continué normalmente mi vida.

El día siguiente amanecí como si la noche anterior hubiera estado cinco horas entrenando en el gimnasio o cargando toneladas de cajas o -en el mejor de los casos-, en una faena loca en el ring de las cuatro perillas. Pero no, nada de eso era real. El dolor era fuerte pero de alguna forma soportable. No entiendo por qué a veces me las quiero dar de "wonder woman", en lugar de haber pensado que por algo está ese dolor en mi espalda, que debe haber alguna razón...
La "wonder woman" tomó un par de pepas y al diablo con el dolor según ella.
Ese sábado (el 19) fui muy adolorida con mi novio a un almuerzo en Villa y no faltaron algunos personajillos que nos fastidiaban a mi novio y a mi con comentarios como "Buena Omar, qué tal noche han tenido!". Yo me reía y quería gritar a los cuatro vientos que ya quisiera que esa sea la razón, pero bueno,chelas iban, chelas venían, el dolor venía y seguía viniendo...

El domingo amanecí sin poder pararme de la cama. El dolor se había cuatriplicado y para variar empecé a sentirme mal por no haber llamado al médico el mismo sábado en la mañana. Jamás me computaré "wonder woman", jamás.
Entonces, llamé urgente para que venga algún médico a mi casa y que me recete lo que sea o me ponga mil inyecciones pero que me quite el dolor en un dos por tres!
Efectivamente vino el médico y me inyectaron, recetaron dos pastillas para el dolor (que según él era una contractura muscular) y me dio descanso médico.

Eso pasó el domingo y hoy estamos viernes y sigo cargando con mi lumbalgia (hasta cariño le he agarrado). Después del domingo el dolor nunca se fue hasta el miércoles que mis papás me dijeron que debía ir a la clínica para que me saquen una placa. Qué miedo. Soy una maricona total, pero bueno, caballero nomás. Fuimos a la clínica y mi placa no dijo nada nuevo, no tengo huesos rotos, quizás es estrés y mala postura, me dijo el doctor. "Fácil", le dije.

Desde el miércoles hasta hoy, me están inyectando a la vena dos veces al día, es que las pastillas no me calmaban el dolor. Mis brazos están agujereados y moraditos por tantas pinchadas que está recibiendo. Qué horribles son esas pinchadas! Felizmente sólo me queda una que será esta noche alrededor de las 9:30pm.

Estoy contenta porque recién hoy viernes siento gran mejoría, ya me puedo sentar y eso me pone feliz! Es que claro, los días anteriores únicamente podía estar echada, al mínimo movimiento el dolor me destrozaba, tampoco podía estar parada ni sentada ni por cinco segundos. Ir al baño y comer era todo un tema, pero ahí me las arreglaba, chillando, gritando, pero lo lograba.
He jurado que de ahora en adelante me voy a parar y sentar correctamente porque pagaría lo que sea para no volver a tener ese dolor que mata a cualquiera.
El lunes es mi control en la clínica y espero poder ya ir a trabajar y que mi vida vaya más allá de mi cuarto. Nunca en mis 29 años he pasado tantos días seguidos sin salir de mi cuarto.
Lumbalgia del mal, me has hecho sufrir, ya lárgate, ya una semana junto a mi es demasiado, ya aprendí la lección, ya está.

Lo único rescatable de esta semana inmovilizada en mi cama es la cantidad de televisión que he visto y lo mucho que he podido escribir (ya lo iré publicando poco a poco).
Qusiera escribir alguito más pero mi espalda está pidiendo chepi.